Los desacuerdos, los malentendidos o las diferencias de opinión suelen ser comunes en cualquier hogar, pero lo realmente importante es cómo se logran aclarar estos conflictos. En este blog te contaremos algunas estrategias efectivas para manejar efectivamente las inconformidades familiares y lograr construir relaciones más saludables al interior de tu hogar.
Coloca en práctica la escucha activa y la comprensión:
Uno de los factores esenciales en la resolución de un conflicto familiar es la capacidad de escuchar pero, fundamentalmente, entender el punto de vista de quien se comunica. Usualmente, durante situaciones problemáticas las personas se enfocan en hacer que los otros entiendan su punto de vista, pero pasan por alto escuchar las preocupaciones, perspectivas u opiniones de los demás. Por ello, la escucha activa es una habilidad trascendental para conseguir resolver un conflicto o diferencia y debe ser practicada por todos los miembros de la familia.
Acepta la responsabilidad y ofrece una disculpa:
Reconocer un error, aceptar las consecuencias de dichos actos y disculparse son signos de madurez emocional que permitirán trabajar en su mejoría, lo cual contribuye a forjar relaciones familiares fuertes y sanas, donde todos y todas procuran el bienestar dentro del hogar.
Enfócate en soluciones y no en culpas:
En el momento que ocurre un desacuerdo la reacción más fácil y rápida es buscar un culpable por dicha molestia. Sin embargo, enfocarse en la culpabilidad solo exacerba el problema y hace más difícil la resolución del conflicto. Por ello, la postura más acertada será, a partir de la escucha activa, buscar una solución en conjunto que permita llegar a una conciliación y a unos acuerdos mutuos.
Evita acusar y emplear lenguaje agresivo:
Durante la discusión de un conflicto es importante comunicarse con calma y claridad y, en lugar de acusar a alguien de algo, describe cómo te sientes y explica por qué te sientes de tal manera. Usa "yo" en lugar de "tú" para evitar que la otra persona se sienta atacada y lograr resolver apropiadamente el conflicto.
Toma un tiempo de espera:
Cuando una diferencia se vuelve muy intensa es importante tomarse un tiempo de espera, esta puede ser una medida útil para que los involucrados reflexiones y analicen todos los puntos de vista, ya que cuando las emociones están altas es difícil conseguir una solución efectiva. Por ello, permitir un tiempo de espera puede contribuir a reducir la intensidad del conflicto y permitirá una discusión más constructiva en el futuro.
En definitiva, la manera en que se manejen los conflictos en el hogar marca la diferencia entre relaciones tóxicas o saludables. Recuerda que la familia funciona como un equipo y el trabajo en conjunto para superar los obstáculos permite mejorar la calidad de vida de todos los miembros.
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